El 2014 pasará a la historia como el año en el que la moda apostó por rescatar los diseños y los estilos que marcaron una época.
Hoy nos centraremos en los elementos que definirán el nuevo año; prendas, accesorios y complementos, combinados a la perfección, que reflejan los cambios clave en la moda contemporánea, e identifican las ansias de liberación, exceso, austeridad o nostalgia de las mujeres del siglo XXI.
Los años veinte estuvieron marcados, como vimos en el post anterior, por las ansias de libertad en el vestuario de las mujeres, y su consecuente revolución, optando por un modo de vida libre y desenfadado, en el que el Jazz, la ropa deportiva, y las celebridades de teatro y la gran pantalla, dictaron el estilo de una época.
Faldas amplias, turbantes decorados con plumas o joyas, cuellos altos de uniforme, sombreros de estilo militar, pajaritas y botas altas con cordones, se escapan de los locos años veinte hasta nuestros días, para mujeres de las que no se espera que estén sentadas durante horas, imponiendo ropa con espíritu propio, abrazando la modernidad del ideal femenino de nuestra época.
Esta temporada, los zapatos sujetos con tiras, vestidos sin mangas o con mangas muy cortas, de noche y diario, cabellos cortos, con estilos despeinados, a juego con floreados canotiers o coloridos borsalinos, perfectos para resaltar los ojos, serán esenciales para mostrar la gracia y el encanto de la moda actual.
Los grandes pendientes que surgen de la nada, gracias a los peinados lacios y cortos, complementos andróginos, talles bajos, millones de pulseras en los brazos, y las largas ristras de perlas, camparán a sus anchas por nuestras calles, evocando el esplendor de los maravillosos e irrepetibles años veinte...
Continurá...
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