Hoy os contamos todo sobre las chisteras, curiosidades, como quién hizo la primera, materiales con los que confeccionarlas y cómo lucirlas correctamente en todo tipo de eventos.
La primera fue realizada por Juan Hetherington en 1797, pero no comenzarían a ser populares hasta 1820, cuando los hombres comenzaron a emplearlos para los negocios, acontecimientos sociales y selectos momentos de ocio.
Es un sombrero de copa alto, con la cima plana y de ala amplia. Durante los siglos XIX y XX, como tantos otros complementos, era patrimonio exclusivo de hombres pertenecientes a clases privilegiadas.
A lo largo del siglo XX, su uso se restringió para actos de etiqueta masculina y conjuntos formales de noche. A mediados de los 50, las mujeres del cine y del mundo del espectáculo comenzaron a coquetear con este accesorio de uso exclusivo de los hombres, en sus apariciones públicas y actuaciones. Hoy, en el siglo XXI, gracias al resurgir del canotier y los tocados, la chistera cobra más fuerza y protagonismo que nunca de la mano de las invitadas más transgresoras y arriesgadas.
En sus comienzos, las chisteras se hacían con un fieltro especial atiesado hecho con piel de castor y con el tiempo, gracias a la influencia del príncipe Alberto de Inglaterra, comenzaron a elaborarse en seda. En la actualidad, también se pueden realizar con otros materiales, como en paja sennit trenzada, material del que está hecho el canotier.
Su decoración es muy libre y tantos los adornos como los colores, dependerán del gusto y estilo de diseñadoras y clientas.
Combinarla con las prendas de nuestro armario resulta muy sencillo porque es un accesorio muy divertido y sofisticados por el que nuestros looks se verán en vueltos en un halo de misterio.
En las imágenes de hoy, os mostramos una combinación de chistera con pantalones negros y camisa blanca, y complementos en azul mint para una boda de día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario